Ayer, jornada de sol y buenas olas se vivieron episodios de tensión entre surfistas y socorristas de los cuales seguramente todos tengan un poco de culpa.
Teniendo en cuenta que uno de los miembros de Surfcamp Ribadesella estuvo implicado (aunque en ese momento surfeaba por libre) vamos a comentar un poco lo ocurrido, siempre desde el tono conciliador que esta empresa ha tenido desde hace muchos años con el equipo de salvamento y ya en frío, pasados los momentos tensos…
No serviría de mucho relatar los detalles de lo ocurrido, basta con decir que seguramente el tono y las formas tanto de unos como de otros no fue el adecuado y que por la parte que nos toca asumimos nuestro error y esperamos que por la otra también se asuma.
Cuando el equipo de salvamento dicta unas normas en la playa se deben cumplir y punto, sin embargo cuando esas normas no son comprensibles y en opinión de muchos son claramente erróneas cuesta más cumplirlas, lo cual insistimos no es excusa ninguna.
Como decíamos mejor no entrar en detalles concretos de lo ocurrido, pero si vamos analizar las situación.
Hace un par de días con mucho menos mar pero con lluvia, en la playa lucía bandera roja, ayer sin tener una gran marejada, sí fue el día que entraban las series más grandes en lo que llevamos de verano pero hacía sol. Es obvio que en pleno Julio prohibir el baño puede ser muy frustrante para nuestro turismo y es necesario buscar la forma de que la gente pueda disfrutar de la playa a pesar de la fuerza del mar. Lo que no parece lógico es poner bandera amarilla (forzada) y balizar la playa como un día de bandera verde.
Ayer cuando comenzaron los problemas el mar tenía una fuerza considerable, la marea llevaba bajando un par de horas y había corriente fuerte en al menos tres zonas de la playa, lo normal hubiera sido balizar una, o un par de pequeñas zonas de baño bien vigiladas y prohibir el baño en el resto.
Cuando el mar está como ayer, los surfistas esperan las olas a bastante distancia de la orilla y con olas más grandes, las distancias recorridas para situarse bien y de recorrido en las olas son mucho mayores. Con ese mar, a 150m de la orilla la zona de surf se convierte en un límite muy pequeño visualmente y muy difícil de respetar, lo cual tampoco debería importar tanto pues no se está a la misma altura que los bañistas.
Cuando la marea empezó a estar más baja algunos surfistas se fueron a ¨La Rosca¨ en la desembocadura de la ría, entre series y corriente de nuevo apareció la lancha para llamar la atención en un lugar en el que lo último que debería haber con esas condiciones es un bañista al que respetar, si acaso habría que rescatarlo.
En fin, el innecesario espectáculo de ayer se hubiera evitado con una adecuada señalización, con personas más calmadas por ambas partes y con menos pitidos, muchos menos pitidos… De ahí, a que la policía local multe a gente que practica un deporte que atrae a Ribadesella miles de personas cada año, justo el día del verano que mejores condiciones hay… se podría hablar mucho… Cada uno que valore su papel…
Esperamos que la próxima todos seamos más razonables y más lógicos y nos evitemos estos desagradables momentos que sólo sirven para abrir la brecha entre socorristas, bañistas y surfistas.
