Las marcas de ropa surfera, o las marcas de material de surf, han pasado por tiempos muy difíciles. Algunas lo siguen haciendo, pero parece que muy poco a poco la industria y aquellas marcas de surf con más o menos historia van saliendo del bache. Hace poco hablábamos en un artículo de lo difíciles que son los tiempos para los surfshop,
¿Cual es tu marca de surf o ropa surfera favorita?
Para esta pregunta encontraremos muchas y variadas respuestas entre surfers de todo tipo de edades, colores y sabores. Pero lo reconozcan o no, lo digan o no, prácticamente todo el mundo tiene sus preferencias en marcas de ropa surfera. Por supuesto que hay a quien realmente le da absolutamente igual y quien realmente surfea y vive al margen de todo eso con autenticidad, aunque la mayoría de los que así encontremos, acabaremos descubriendo que no es más que una pose. Casi todos hemos tenido o tenemos una marca de surf que nos ha llamado más la atención, con la que nos identificamos más o que en determinado momento nos apeteció más vestir o usar que otras. Ya sea porque de niños su marketing nos llegó más, porque esponsorizaba a nuestro surfer favorito, porque nos regalaron nuestra primera sudadera de esa marca… El caso es que el surf moderno sin las marcas de surf que dominan la industria, sería diferente. Por supuesto se puede pensar que sería mejor, a todos nos gustaría que nada estuviera corrompido por el dinero, pero… ¿Existiría el surf ni medio parecido a como lo conocemos sin estas marcas? ¿Existiría sin un mundo en el que la economía mueve los destinos de todos para bien y para mal?
Pues no, nada de lo que tenemos desde los principios del surf moderno existiría, es más, muchos jamás hubieran hecho surf, porque incluso aquellos surfistas pioneros puristas que trajeron de Australia o EEUU las primeras tablas a nuestras costas, lo hicieron porque alguien tuvo interés en comercializarlas.
Es importante pensar que el afán por crecer y ganar dinero de la industria del surf es el que hace que nuestros neoprenos existan y sean mejores cada año, que los materiales evolucionen, que nuestras tablas sean cada vez mejores, que haya campeonatos, vídeos, ropa técnica… Por supuesto no es necesario tampoco caer en el frenesí consumista al que cualquier marca de ropa surfera nos llevaría si pudiera, pero tampoco hay que ser hipócrita. Eso de entrar en una web de surf, en un blog, coger una revista, ver los mejores vídeos en las mejores y más remotas olas del mundo y luego criticar el consumismo y las marcas de ropa surfera o marcas técnicas de surf no vale, porque su existencia hace que puedas disfrutar, conocer y aprender de todo ello. Quién si no iba a pagar la millonada que cuesta una buena producción de surf para que la gente la vea gratis en Internet a cambio de nada…
Demasiada hipocresía; si para ser purista y auténtico necesitas criticar todo lo demás, es que no lo eres. Algún día dejaremos de mordernos la lengua y escribiremos un buen artículo sobre el cinismo de esa pequeña parte del sector del surf que critica las escuelas y se posiciona en contra de ellas como pose y modo de figurar en el mundillo, de aquellos a los que no se les ve demasiado por el agua pero que siempre tienen algo que decir en contra de algo o de todo, de aquellos que cuando pasa de medio metro se quedan fuera despotricando contra todo lo que no sea ellos y su forma de entender el surf… De momento solo diremos que ser «anti» algo, ya es de mano un mal comienzo que ya dice bastante poco, y que el tiempo suele poner a los necios en su sitio. Auténtico es quien disfruta de su modo de vivir el surf, sea el que sea, sin necesidad de criticar otras formas para sentirse reafirmado, no se sabe muy bien en qué.