La verdad es que uno tiende a pensar que va a surfear siempre, pero está claro que si vives los suficientes años el cuerpo llegará un momento que no podrá hacerlo. Son muchos los ejemplos de personas muy mayores que aun surfean cuando las condiciones le son favorables, más sorprendente es ver a una persona de 65 años cogiendo olas gigantes en Jaws, olas de esas que la mayoría de los mortales no surfearemos nunca, ni con 20 ni con 60.
Cada vez será más habitual ver a gente mayor surfeando, pues aquellos pineros y los que vivieron el boom empiezan a tener unos años y muchos siguen manteniendo la ilusión de correr hacia el agua como un niño cuando hay buenas olas.
También es cierto que esto es más fácil en los lugares más cálidos, donde el surf es más duro como en el Cantábrico es más difícil mantener la continuidad y la forma física. Está claro que nuestro cuerpo no está hecho para estar en el agua en un invierno como el de Ribadesella, y que quizás la memoria que tienen nuestros huesos y músculos con el tiempo nos pase factura, eso ya sin hablar de la piel… Muchos ya tenemos dolores que empiezan a darnos pistas de por donde vamos a empezar a fallar, mientras tanto hay que disfrutar todo lo que se pueda y cuidarse para que ese disfrute se prolongue lo más posible y tomar como ejemplo a Gary Linden para creer que se puede seguir superando límites toda la vida
Quien sabe si muchos de los niños que aprenden en nuestra escuela de surf en Ribadesella seguirán surfeando dentro de cincuenta años.
