Es Surfcamp Ribadesella además de apasionarnos el surf también tenemos algún otro hobby, uno de ellos es el buen cine, pocas cosas como una buena peli para acabar un día de surf. Son habituales en nuestro surfcamp en Asturias las sesiones de cine con nuestros campers y evidentemente intentamos ponerles buenas pelis en las que el surf esté presente.
La combinación surf y cine ha sido un auténtico desastre en la mayoría de los casos, la primera vez que apareció el surf en una película para el gran público fue en 1959, ¨GIdget¨. Como ocurriría durante las siguientes décadas y sigue ocurriendo ahora, la forma de tratar este deporte en Hollywood ha sido bastante tópica y ridícula, y salvo excepciones de grandes películas míticas, la mayoría de las veces que de una forma u otra el surf aparece en el cine, los surfers, lo solemos ver bastante ridículo. Eso sí, se dice que en EEUU antes de ¨Gidget¨ se cree que había unos 5.000 surfistas y tres años después se calculaban 2.000.000, el impacto de ésta presentación del deporte al gran público fue tan exitoso que hasta dio pie a una especie de subgénero de pelis ridículas para el suring pero que contribuían a ponerlo de moda y desarrollar los comienzos de lo que hoy conocemos como industria del surf
Eso no quita que haya películas, momentos históricos y frases inolvidables en algunas de esas pocas pelis que se han acercado al surf sin maltratarlo. Otro día hablaremos de películas en las que el hilo conductor es el surf, hoy lo haremos de lo que tan solo es una breve aparición fugaz pero intensa, en una de las obras maestras del cine bélico.
La situación, pero sobe todo un apoteósico Robert Duvall, hacen de éste, uno de los grandes momentos de la historia del cine… Muchos somos los surfers que alguna vez hemos hecho la broma con los colegas de gritar ¨Me sobran huevos para hacer surf aquí y te lo voy a demostrar¨ mientras se quita la camiseta…
