La verdad es que todos de pequeños hemos hecho la pregunta, y a todos nos dijeron que cuando estabas mucho en el agua las manos se arrugaban porque se reblandecía la piel, por la humedad… seguro que ninguno nos paramos a cuestionarlo, parece lógico y ya está. La realidad es que no había explicación científica realmente.
Pues resulta que ahora buscando esa respuesta científica parece ser que lo que a todos nos enseñaron puede no ser exactamente así, parece ser que es algo producto de la evolución. Es decir, en algún momento de la historia la supervivencia y por tanto la oportunidad de transmitir los genes dependió entre otras cosas de que las manos y los pies se arrugaran al estar tiempo sumergidos.
Concretamente en nuestro surfcamp en Asturias leíamos sobre un estudio publicado no hace mucho por la Universidad de Newcastle en el que tras diferentes ensayos se llega a la conclusión de que el agarre o adherencia de nuestras manos y pies dentro del agua o con cosas mojadas es mayor si ya tenemos las arrugas en la piel.
Por lo tanto en algún momento nuestros antepasados pudieron recolectar en zonas húmedas, correr sobre terreno mojado o cualquier otra actividad en el agua con mayor agarre gracias a esas arrugas que no son otra cosa que una respuesta del sistema nervioso simpático que contrae los vasos sanguíneos que irrigan la zona al entrar en contacto con el agua.
Raro era que la evolución hubiera dejado algo así al azar, desde luego desde que lo sabemos en nuestro surfhouse albergue en Ribadesella ya nadie quiere poner escarpines por fría que esté el agua para no perder agarre 😉 y por supuesto, si ahora alguno de los muchos peques que hacen surf en nuestra escuela de surf en Ribadesella y que salen del agua arrugaos enteros intentaremos explicarles bien el por qué.