No en todos los sitios con buenas condiciones para el surf han entendido el reclamo turístico que significa esta actividad. Sin embargo hay otros lugares en los que precisamente por no tener mar o no tener esa conjunción de factores que hacen de un lugar un buen sitio para la práctica del surf echan de menos la posibilidad de explotar ese turismo. A la vera de las buenas playas de surf surgen tiendas, surfcamps, escuelas de surf, tiendas de surf, restaurantes, bares en los que consumen o se alojan quienes vienen a disfrutar de las olas. Atraer de alguna forma al aficionado al surf que no vive en un lugar muy adecuado para ello a una instalación artificial donde pueda surfear olas y donde se genere alrededor de esas olas todo un mundillo turístico en torno al surf es un sueño que cada vez más localidades a lo largo del mundo se empiezan a plantear.
En Bristol han decidido instalar un ¨gavegarden¨ una de las opciones en ola artificial que más éxito ha tenido y que además es producto nacional ya que son españoles sus creadores y en España está su primera instalación y con la que han dado a conocer al mundo esta forma de crear olas artificiales.
El proyecto de Bristol va muy avanzado, y promete una especie de parque donde lo principal sea la piscina de olas y a partir de ahí crear diferentes actividades de interactuación con la naturaleza, áreas de paseo, talleres de actividades… Aunque la verdad. Un buen alojamiento, un buen sitio donde tumbarse después de tu sesión a ver a los demás y éxito asegurado… Esperemos porque de esta forma más lugares en el mundo se animarán a invertir en este sector, y aquellos a los que las olas les rompen a la puerta de casa y aún no se han enterado del potencial turístico que eso tiene quizás lo empiecen a ver.