Ya está balizada la playa como cada año por el equipo de salvamento de las playas de Ribadesella, tarea difícil sobre todo en Santa Marina pues es mucha la actividad durante los meses de verano. Bañistas, paseantes, surfistas, escuelas, embarcaciones de pesca, de recreo…. Y todos queremos nuestro espacio. En principio hay ciertas reglas establecidas para marcar la playa con boyas, el problema es que esas normas son estándar y no en todas las playas son igual de efectivas o aplicables. Las boyas llevan mucho tiempo demostrándose poco efectivas para la mayoría de las cosas, poco estables pues cada año las marejadas las mueven y un poco peligrosas para los surfistas. En cualquier caso hay que cumplir con las normativas…
No es trabajo fácil el de Socorrista, demasiadas guerras con las que lidiar y poca cualificación la que se les exige lo cual les resta autoridad. Es decir, seguramente si el tema del salvamento estuviera más profesionalizado serían mucho más respetados, así ocurre en aquellos países en los que son equiparables en rango profesional a los bomberos o la policía y en los que a nadie se le ocurre discutirle a un socorrista sus decisiones. Es cierto que muchas de las personas que vemos la playa a diario sabemos más sobre ella que la mayoría de los jóvenes que tras un curso no demasiado exigente sacan plaza para venirse a Ribadesella. Será por eso que todos nos creemos con derecho a comentar, opinar incluso cuestionar sus decisiones, son cientos de ocasiones a lo largo del verano en las que la gente se acerca a criticar o pedir explicaciones a los socorristas por sus actuaciones y esa es una fea costumbre que deberíamos cambiar pues pocos toleraríamos en nuestro trabajo que ajenos nos dieran indicaciones, y sin embargo ellos pacientemente en muchas ocasiones lo tienen que hacer.
De todas formas cada año varía el equipo y desde la Escuela de Surf Ribadesella siempre hemos intentado tener buena relación y buen entendimiento para que la organización de la playa sea lo más efectiva posible, sin embargo es difícil evitar creer siempre que las cosas se pueden hacer mejor, pues cada uno pensamos en nuestros intereses y ellos deben salvaguardar los de todos.
Dentro de menos de tres meses la playa volverá a ser terreno libre, hasta entonces desde nuestro Surfcamp en Asturias esperemos pasar un verano tranquilo y como siempre con buen entendimiento con el equipo de salvamento.