En nuestra serie de artículos que desde nuestro Surfhouse Albergue de Ribadesella hemos comenzado sobre viajes y destinos de surf, nos tocaba ya empezar con el primero y no sabíamos por cual, así que hemos decidido que en el primero no nos vamos a ir muy lejos, para alguien que nunca haya viajado a hacer surf, Portugal es un buen comienzo, cercano, asequible y con buenas olas.
Cierto que nos es uno de esos destinos exóticos, y que te puedes ahorrar muchísimos de los consejos que hemos dado en los anteriores artículos pues en principio no tendrás que coger un avión ni irte a una cultura extremadamente diferente, pero no deja de ser otro país con otras costumbres, entre ellas la de que apartarse en las carreteras nacionales para dejar que te adelanten si el de detrás va más rápido…
Evidentemente tiene muchísimos km de costa, hay cientos de playas para hacer surf en Portugal, si tienes tiempo recorrerla entera es un viaje muy bonito, si no decide a qué zona quieres ir y ya que está cerca comprueba previsiones. Hay varias zonas famosas para el surf en Portugal aunque puedes encontrar muy buenas olas fuera de ellas.
En el sur, toda la zona del ¨Algarve¨ tiene una buena concentración de olas y gracias a su habitual buen tiempo es donde más desarrollada está la industria turística del surf, también es una de las zonas donde más concentración de surfers, autocaravanas, furgonetas, surfcamps y escuelas encontrarás. La temperatura del agua en general en la costa portuguesa es fría, más que en el Cantábrico así que no será unos de esos destinos donde puedas dejar el neopreno en casa. Dependiendo de la fecha usarás traje de verano o de invierno, no dejes de consultar en internet los grados a los que te encontrarás el agua cuando vayas.
Si seguimos hacia el norte iremos encontrando olas en todos los lugares si tenemos swell, quizás la Bahía de Comporta sea el único sitio donde no podrás surfear.
Ericeira es otras de las zonas de surf maravillosas que tiene nuestro país vecino, por supuesto con una industria turística de surf de la que mucho tendríamos que aprender y con algunas joyas de olas no todas aptas para todos los niveles. Quizás sea donde más olas con fondo de roca haya.
Peniche en uno de esos sitios privilegiados que por su forma de pequeña península recibe mar de muchas direcciones y da muchas opciones según las condiciones que se den. Su mayor joya es ¨Supertubos¨, un beach break de clase mundial que hace ya unos años se estableció como sede de una de las últimas pruebas del circuito mundial en detrimento de la maravillosa pero quizás menos constante ¨Mundaka¨.
Quizás estas tres zonas que hemos mencionado sean las de más y mayor calidad de olas, pero como decíamos hay decenas y decenas de lugares algunos muy próximos a nuestras costas también en la frontera con Galicia donde podrás surfear y conocer playas preciosas y con muy poca gente.
Como consejos te daremos varios. El primero es que parece que se están poniendo muy serios con eso de que cruzar los peajes sin pagar, los españoles llevamos muchos años haciéndolo así que mejor sácate la tarjeta al entrar en el país. Otro importante es que te lleves una buena guía de surf que te diga donde podrás pillar olas según las condiciones y donde te encuentres y un gps actualizado para sus carreteras. Alguna gente en determinados lugares querrá usar escarpines pues de erizos y rocas van bien los vecinos. Apártate en las nacionales si ves que el coche de detrás te quiere adelantar o te llevarás una buen bronca.
Por último y algo que se debe de hacer siempre que sales de casa, se extremadamente respetuoso con los locales, en algunos sitios son más amables que en otros, como siempre dependerá de a quien te tropieces, pero cuenta que en olas como ¨supertubos¨ pillar una buena está muy caro, si vas con amigos evita entrar en masa al agua.
Por supuesto que podríamos escribir páginas enteras sobre el surf en Portugal, pero se trata de hacer artículos breves que te introduzcan a un destino de surf, si finalmente te decides a ir, dedica bien de tiempo en internet y planifica tu viaje… o no, improvisar también tiene su encanto y Portugal es un destino que lo permite.
