Surfear en una piscina de olas es divertido, pero desde nuestra experiencia no compensa un viaje sólo para ello. Os ponemos un video de la que hay en Dubai, bueno en Al Ain a una hora y media y que hemos podido probar.
Hace unos días desde Surfcamp Ribadesella os poníamos un post sobre otra nueva idea de arrecife artificial. Hasta que estos años atrás apareció el ¨Wave Garden¨ las piscinas de olas era lo que más éxito había tenido en cuanto a simulaciones.
La que veis en el video es el formato más extendido por el mundo. Olas de izquierdas o derechas, de tres tamaños diferente según se programe la sesión, o un ola más grande que rompe desde ambos lados y que al juntarse da margen a maniobras más verticales.
Es una ola fácil, divertida, corta y con poco margen, todo el partido que le sacan en el video es el máximo que se le puede sacar teniendo en cuenta que son pro surfers. Merece la pena la experiencia y te lo puedes pasar muy bien, pero no como para ir a alojarte allí para surfear esa piscina durante días, te volverías loco porque además aquello está en medio del desierto.
Otra cosa es como nuestro caso si tienes que ir a Dubai por otro tema o te pilla de paso. Todos los vuelos que van a Maldivas con Emirates pasan por Dubai, puedes hacerte una paradita de un día y probarla, además llevar tus tablas te hará disfrutar mucho más, las que tienen allí o son barcos o barquitos, pero nada con lo que sacar partido a esas olas.
Debes alquilar un coche, conducir hora y media por una enorme autopista en el desierto y llega a Al Ain. Luego ya ahí te vuelves loco para encontrarlo pues señalización poca y si coincide que tropiezas a alguien a quien preguntar poco sabe de una piscina de olas. Mejor ir con tiempo. Hay que reservar, son sesiones de una o dos horas, privadas para una persona o para varias, o compartidas con otras tres personas. Dependiendo lo que pagues reservas como lo harías con una pista de paddle. Sale una ola y hay que esperar tres min hasta la siguiente pues la piscina debe volver a quedar lisa de rebotes, el orden se respeta estrictamente y aunque es difícil perder una ola si te pasa vas al final de la cola. Las olas son contadas, sabes cuantas te corresponden por sesión y las quieres todas. Que no engañe en el video como apuran hasta la orilla, lo puedes hacer pero cubre por la rodilla y el fondo es de cemento bien granulado, del que saca la piel a tiras.
En el complejo se puede uno alojar, y además tienen un circuito de rafting y un estanque para remar… Muy bien para un viaje de estudios pero nuestro consejo es reservar una sesión de mañana y otra de tarde, (rondaban los 20-25€ la estándar) Madrugar, ir, surfear, comer, surfear y volver. Como experiencia perfecta y si la tienes al lado de casa ya eres el rey del mundo, pero si no, ya está.
